La hidrocefalia por neurocisticercosis se produce cuando los cisticercos, larvas de la Taenia solium (tenia solitaria), infectan el sistema nervioso central, incluyendo los ventrículos cerebrales. Estos parásitos pueden bloquear los conductos que permiten el drenaje adecuado del líquido cefalorraquídeo (LCR), lo que conduce a la expansión de los ventrículos cerebrales y al aumento de la presión intracraneal, resultando en hidrocefalia.
Los síntomas de la hidrocefalia causada por neurocisticercosis pueden incluir:
Si no se trata adecuadamente, esta condición puede causar daño cerebral irreversible.
El diagnóstico de la hidrocefalia por neurocisticercosis se realiza mediante estudios de imágenes, como resonancias magnéticas (RM) y tomografías computarizadas (TC), que permiten visualizar los quistes y la extensión de la hidrocefalia. También se pueden utilizar pruebas serológicas para detectar anticuerpos contra Taenia solium.
El tratamiento de la hidrocefalia asociada con neurocisticercosis generalmente incluye:
El uso del endoscopio cerebral es altamente recomendado para:
En casos donde la endoscopia no es viable, se puede optar por colocar un sistema de drenaje con válvula. Sin embargo, este método tiene un alto porcentaje de obstrucciones y puede requerir múltiples reoperaciones, con una alta posibilidad de complicaciones.